Día 52 #Juzgar a los demás es Juzgarme a mi mismo - Irritación

El que nunca haya pecado que lance la primera piedra.

No veo por donde no verme a mi mismo antes de juzgar a los demás, por lo que al final de ese momento me irrito, ya que "no puedo" expresar lo que quiero decir, sin antes decírmelo a mi mismo.

Aún así, igual juzgo, igual lo hago, pero sé que no significa un apoyo ni para mi, ni para los enjuiciados por mis creencias y miedos, lo que genera culpa innecesaria.

Lo que hay detrás de este tema, es, una vez más, interés personal, ya que el interés personal se manifiesta como un deseo de que las personas sean como yo quiero que sean, entonces volvemos al miedo:

Tengo miedo a que las personas no hagan lo que yo quiero que hagan, quiero manipularlas en el fondo; es imposible, las personas no pueden ser manipuladas de hecho, quienes son manipulados son los sistemas de mente a través de sus mismos intereses personales, lo que deja al descubierto el hecho de que estoy expuesto a mis propios juicios emitidos hacia algún ser externo a mi mismo.

Exacto.

Estar en lo físico es la solución.

INSISTO! mis percepciones no son reales, no están en lo físico, no son palpables, solo yo elijo moverme a través de mis deseos, miedos, intereses personales, creencias o moverme a través de la honestidad y sentido común de lo que es mejor para todos por igual.

Si yo creo que alguien es pesado, alguien es idiota, estúpido, inútil, entonces me doy cuenta de que estoy usando una percepción para intentar darme cuenta de la realidad.

No sirve juzgar Ignacio.

Me doy cuenta además que irritarme por percepciones tampoco es una via de escape; despilfarrar toda la mierda que tengo en contra de alguien (inclusive y por sobre todo yo) no sirve para nada. La escritura ha servido mucho y es más clara, además, puedo leerme a mi mismo y aprender con certeza lo que ocurre dentro de mi.

Me perdono a mi mismo por haberme permitido y aceptado creer que juzgar a una persona por sus acciones va a liberarme de la rabia, sin haberme dado cuenta de que vivo en lo físico como la fuerza como yo mismo, por lo que me empujo a ver que un juicio bien conocido por mi y aplicado a mi, me puede apoyar a mi y a los demás que me rodean.

En el momento y cuando me veo a mi mismo creyendo que juzgar a una persona por sus acciones va a liberarme de la rabia, me detengo y respiro. Me doy cuenta de que una reacción de rabia es originada por las ganas de tener rabia en realidad, ya que aceptaba y permitía esa rabia y los miedos, entonces para cambiarme a mi mismo libero todo esto a través de la escritura en honestidad e intimidad conmigo mismo y luego lo corrijo con la acción de verme en ese momento de rabia como creador de reacciones y por ende también el liberador y corrector de ellas.

Me perdono a mi mismo por haberme permitido y aceptado tener miedo de las personas que no reaccionan como yo quiero, sin haberme dado cuenta de que soy apoyo para los demás al momento en que soy apoyo para mi mismo, y si yo actúo en sentido común conmigo mismo en primera instancia, entonces en consecuencia mi relación conmigo mismo mejora, porque puedo verme a mi y luego a los demás en las mismas experiencias y compartir los sucesos.

En el momento y cuando me veo a mi mismo con miedo de las personas que no reaccionan como yo quiero, me detengo y respiro. Me doy cuenta de que estoy aquí para perdonar reacciones y no para seguir con ellas por el mundo, detenerse; de eso se trata todo este camino a la vida, darme cuenta de que todo empieza en mi solamente. Puedo elegir detener mis propias reacciones y no alimentar las de los demás, y así evitar todo el conflicto de juicios que se puede armar.

Me perdono a mi mismo por haberme permitido y aceptado juzgar a la gente en estado de ebriedad, sin haberme dado cuenta de que ese tipo de juicio no va a solucionar su proceso y camino hacia la vida, esto ocurre como acciones de los demás con sus propias vidas, por lo que lo único que resta es ver el punto de interés personal, ya que pueden haber aun cosas ocultas como mi historia de cuando yo era un niño con respecto a mi madre y nuestros problemas.

En el momento y cuando me veo a mi mismo juzgando a la gente en estado de ebriedad, me detengo y respiro. Me  doy cuenta de que nunca me he embriagado a tal punto de verme como tantas otras personas, sin embargo, soy esas personas también desde el momento en que nos encontramos en el mismo lugar viviendo y respirando, entonces, tomo mis acciones y mi mente y empezamos a emigrar juntos como apoyo a uno mismo, siempre apoyo, me caigo tal vez y me levanto SIEMPRE.